La ira de los dioses

La ira de los dioses

Una vez más, los dioses del interior nos obligan a observar el dantesco escenario donde los nuevos pobres sufren las consecuencias de su ira. Como hace unos años atrás, cuando la ira del dios de Antofagasta de la Sierra daba de baja a 65 empleados municipales, hoy vemos como la ira de los dioses de Recreo y Valle Viejo, castigan a centenares de indefensos trabajadores municipales, generando un vil sufrimiento a esposas, esposos e hijos de los mismos.

En rigor de verdad, no son dioses. Son políticos comunes, que llegaron al poder y devienen en dioses cuando con su dedo deciden qué familia tendrá comida, salud, educación y paz y que familia sufrirá hambre, enfermedad e ignorancia. Los romanos decían, “los dioses te favorecen”, pero estos falsos dioses solo favorecen a sus familiares, amigos, serviles, perros falderos y castigan a quienes no reúnen estas características.

Hace mucho tiempo, una mujer humilde, que nunca llegó a la categoría de diosa del olimpo, peleó denodadamente contra estas injusticias, generadas por los políticos devenidos en dioses. Se llamaba EVA, le decían EVITA.

Los políticos devenidos en falsos dioses son los únicos responsables de este dantesco escenario. Fabián se lo hizo a Taritolay, Savio a Menecier, Herrera a Polti, Páez a Córdoba, Quintar a Paulon y Natalia Soria se lo hizo a Gustavo Jalile, Gustavo Jalile se lo hizo a Susana Zenteno y Susana Zenteno se lo hará al que suceda, porque en rigor de la verdad el problema de Susana Zenteno y los demás intendentes no es una cuestión presupuestaria, sino se debe castigar los acólitos de su predecesor para favorecer a sus fieles.

Esto debe terminar, alguien debe ponerle un punto final. Porque no son dioses, son políticos comunes y por arriba de ellos está la constitución nacional, provincial y las leyes, que juraron respetar el día que asumieron, ¡HIPÓCRITAS!

Es su problema, resuélvanlo. Ustedes les dieron contratos a personas humildes y les generaron esperanzas, no pretendan quitárselos ahora, esa no es la solución. Respeten los contratos que firmó el estado municipal, porque los gobiernos no son los dueños del estado. Los gobiernos pasan, el estado siempre existirá y jamás debe ser botín de guerra de ningún gobierno.

El SOEM Capital, jamás abandonó la lucha de un compañero o compañera municipal y no lo hará en este difícil momento que vive nuestro país. Somos un sindicato plenamente solidario y vamos a apoyar a todos los hermanos municipales del interior. De ello, no tengan ninguna duda.

Cuenten con nosotros, estamos con ustedes.

“Solo los trabajadores salvarán a los trabajadores”.